A una sociedad desorganizada podría decirse que su raíz es mas pequeña o quizás amorfa que el árbol al cual sostiene, necesario sera sembrar de nuevo su fruto limpiando el espacio en que se desarrolle, evitando que se tuerza, con una proyección organizada. Sus ramas, semillas y frutos deben crecer bajo la capacidad en que su base los sostengan para ello se organizan en su espacio tal vez uniforme, pero es un todo como tal, pueden relacionarse para avanzar en obtener beneficios, esfuerzos que significa ese desarrollarse en cada punto en que se radiquen, necesario sera, su autonomía sobre el mismo y en ese aspecto, con una dependencia de la naturaleza solo a lo estratégico, así como en sobrevivir en asuntos excepcionales.
La existencia para organizarse con finalidad de cargar los frutos en cada rama no significa un desprendimiento sino un todo, va generando una estructura que se va descentralizando en la medida que avance, como se ve, el inicio es agrícola necesariamente, siempre fue un principio, evitando cualquier movimiento curvilíneo que embelesa, pero que va atrapando su tallo y sus ramas para su provecho parasitario, así como la cercanía de otros que con sus grandes raíces absorben ocasionando de a poco las erosiones.
Que se obtengan lo mismos frutos de otros árboles como una acción de dependencia, perdiendo en si sus propios frutos con parámetros de intención en auto limitarse, no hacer nada a que se contagie de hongos su base induciéndolo a su propia destrucción, el haber sido injertado perdiendo en parte su esencia y que luego a que se sacrifica talando su madera hacia la necesidad de sobrevivencias ajenas a su entorno.
Todo debe partir desde sus mismas perspectivas como un todo, de ahí se evoluciona sobre sus acciones en un modo de ramificaciones por clases, pues todo suele ser diferente de acuerdo a un espacio, lo igual es la vida y muerte, sera solo un equilibrio en la naturaleza necesarios al caos existencial evitarlo es prioridad y sobre la emotividad como fruto de lo que ha creado, como del espacio de sus raices como prioridad radical de la posesión, por lo que no perdería nunca su integridad, su valor, su existencia: una raíz sin injerto, sin enredaderas, sin hongos todo ello necesita un cosechador y un injerto.
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