A los Filósofos a los cuales sitúa al mismo nivel de los votos sacerdotales de pobreza, humildad, castidad y alejados de los de fama, príncipes y mujeres.
Pues todo tiene un sentido del porque de ello..., La Filosofía requiere del entramado del pensamiento fondo de la sociedad como instrumento para generar sus apostolados, en el tiempo que no tiene tiempo pero perdura en él, es su principal verdugo, ahora bien, quien sin tiempo para otra cosa puede alejarse de sus pensamientos, desata los nudos del entramado que es el ser humano, como puede hacer una fortuna, que sirve para mantener una familia y la humildad que le acompaña siempre, como recompensa al afortunado de conocimientos y sabiduría de vida.
Ahora, el contrario por decirlo de alguna manera, quien le sobra tiempo para desarrollar aquellas situaciones es la materia que contiene a las sociedades inducidas y que precisamente, sera objeto del pensamiento filosófico.
Quien comenta sobre Nietzsche a su vez alega que realizo esta comparación con ironía.. y creo que esta más en el lector y su prejuicio... interpretar que sentía tal ironía, lo leo como reflexiones desde su punto de vista generalizado, cuya ironía tal vez y en tal caso de ser sentida, estaría en saberse acertado sobre la estructura de esa sociedad.
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Los Sacerdotes llaman «verdadero» a un mundo inexistente, fingido por ellos, inventado por ellos, en cambio niegan verdad y realidad a este mundo... el único existente.
Arrinconarse bajo esa inexistencia para andar en lo real buscando conflictos emocionales que conducen al exterminio pareciera mostrar que, no solo lo vislumbra sino que se abroga poder que solo existe en testimonio sobre la noche mas oscura que no muestra alguna luz, las induce a los sentidos hacia la razón absoluta.
La duda estaría condicionada a la existencia como falla a priori sobre la conciencia como a la ignorancia, a la que se induce si va mas allá del horizonte, este que la evolución ira mostrando cuando la duda se va haciendo mas razonable mas allá.
Un sentido de moralidad evidencia su existencia cuando esta frente a la perturbación ante un hecho real en que la conciencia estremece los pensamientos y que alguna acción o intención afectaría al espíritu.
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